La Casa San Carlos en Sonora se concibe como un segundo hogar para el descanso y la conexión con la naturaleza. Su diseño busca optimizar espacios interiores con techos bajos y abrir la vivienda hacia el sur para aprovechar las vistas al mar y los atardeceres. El interiorismo amplía y conecta áreas sociales y privadas, integrando interior y exterior. Así, la casa se convierte en un refugio luminoso y sereno que celebra el paisaje costero como parte de la vida cotidiana.